Presentación
Editorial Desbordes reúne a un conjunto de poetas y
artistas sin rostro fijo, tomándose el tiempo que no hay, dándose el tiempo que
no existe, inventando un tiempo en el sistema cotidiano de las funciones y el
trabajo arduo de lo doméstico, para generar cada una de sus praxis de
producción, difusión y apoyo cultural, en tanto que acciones estético/políticas
en la ciudad, como consecuencia de la aparición, e inscripción de nuevas
prácticas escriturales y artísticas - de distintas formas de hacer- que
se encuentran e intervienen, intensificándose, hablándose, discutiendo entre
ellas.
Insistir en el encuentro y los lazos que reúnen estas
prácticas y sus escrituras, es también la posibilidad de establecer nuevas
filiaciones, hacer correr como pequeñas genealogías el ritmo de otras
escrituras y aventuras estéticas, a modo de otras tradiciones antojadizas con
la palabra, las que bullen silenciosas y provocativas, a veces también oscuras
de tanto escandalosas, y donde algo como la política comienza a asomarse en el
rendimiento generado por el proceso de intensificación de estas prácticas, cuya
decisión esta signada por un hacer que en su (i)rresponsabilidad se
desliga, rupturiza y establece siempre más acá y más allá de toda teoría por
medio de su potencia creadora.
De este modo, El Productor de Vértigos, en
tanto secuencia de acciones estético/políticas es también una búsqueda y
encuentro de distintas ficciones, como versiones de nuestros deseos que
intentan intervenir, introduciéndose como otra fibra en el tejido de lo real,
alterando los sentidos y las posibilidades de su reparto, haciendo señas hacia
otras formas de producir y comprender la poesía, el sonido, la imagen,
movilizándose éstas como una figura espectral por otros no lugares de la polis,
por otros mundos no percibidos.
Estas otras voces y nuevas articulaciones del ruido,
hacen señas también hacia otro demos, otro pueblo por aparecer, anunciando otro
estado por venir de lo que pensamos y queremos.
Por ello, también esta editorial no ha dejado de ser
para nosotros la intriga de inventar un nuevo ojo para ver/leer el
acontecimiento inasible de las palabras y sus ruidos, desplazándose, rayando y
transgrediendo en las formas comunes del ver y el hacer, de generar otras
sensaciones con la palabra en permanente combate, de apropiarse y arrebatar
significados, de conflictuar cada metáfora que intenta hablar sobre lo real
haciendo aparecer su litigio allí donde es borrado por los consensos. Desde
allí su sentido político. En el ejercicio de escribir como si se estuviera
desde otro lado, desde el oscuro luminoso del mundo, para traicionar el secreto
de la palabra íntima y enigmática en el evento de nuestros escritos personales
para salir quemarse en lo público, arriesgando el miedo, en el que el trazo
tajea el papel o la letra aparece intermitente y dislocada en la pantalla o en
la voz que ya no es la nuestra como un monstruo que nos mira y que habla. Se
trata de la voz como un espectro, la subjetivación de un excedente
interviniendo entre las cosas y los cuerpos.
Desde aquí también nuestra invitación, en la
experiencia aparentemente simple de solo vernos y escucharnos, conmovernos y
provocarnos, en la apertura de otros espacios institucionalizados o no, sin
embargo estableciendo relaciones que no solo corresponden al orden del
protagonismo y sus relaciones de poder, la mera difusión y promoción de los
eventos -las personas, el arte y la poesía- porque sí, por única visibilidad.
Tomar distancia de esto, como colectivo y editorial nos ha permitido, en tanto
proyecto de autogestión, generar y movilizarnos por distintos espacios con
ciertas libertades, liberándonos al mismo tiempo de contraer ciertos
compromisos que atan a la misma palabra, más bien que potenciándola en el
contexto en que aparece y que rasga en cada uno de sus asaltos y arrebatos.
Alegres de compartir con ustedes, les da la bienvenida
Editorial Desbordes
Santiago,
3 de agosto de 2012
Estimados algún correo para contactarlos?
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